Clima - República Checa

El clima de la República Checa (o Chequia) es moderadamente continental, con inviernos muy fríos, en los que la temperatura está a menudo bajo cero, y veranos moderadamente calurosos, con noches que permanecen frescas incluso en este período.

Las precipitaciones (lluvia o nieve) son bastante frecuentes, pero no son abundantes en la mayor parte de la República Checa, alcanzando alrededor de 400-500 milímetros por año. Al ser más escasas en los meses invernales (cuando la vegetación está en reposo) y más abundantes a finales de la primavera y en el verano, en general son suficientes para la agricultura.
Las únicas zonas moderadamente lluviosas son las de los Sudetes (donde se superan los 1.000 mm por año), las cercanas a los mismos Sudetes (en Liberec se superan los 800 mm) y las del sudoeste que limitan con Alemania y Austria.

La República Checa es un pequeño país del centro-este de Europa, sin acceso al mar, situado entre los 48 y 51 grados de latitud norte.

El clima en detalle

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• Las estaciones
• Llanuras y colinas - Praga
• Montañas - Sniezka
• Cuándo ir
• Qué llevar en la maleta
• Datos climáticos

Las estaciones

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Durante el invierno, de diciembre a febrero, en Praga y en otras partes de la República Checa, las temperaturas fluctúan alrededor de cero o justo por debajo, en días a menudo grises, cuando puede caer un ligero aguanieve.
Por otro lado, las irrupciones frías desde el este pueden conducir a heladas intensas, con picos de -20/-25 °C en los peores momentos.

En primavera, de marzo a mayo, el clima es inestable, y al primer calor se alterna el regreso del frío. Aún en abril, especialmente en la primera parte del mes,son posibles nevadas y heladas.
Un punto de inflexión se produce a partir de la segunda mitad de mayo, cuando las temperaturas máximas alcanzan los 18/20 °C de forma permanente, y la estancia en el país se vuelve agradable.

El verano, de junio a agosto, es bastante cálido, con noches frescas. En promedio, las máximas son de 24/26 grados en julio y agosto.
Hay un buen número de días soleados, durante los cuales existe la posibilidad de que se produzcan lluvias o tormentas vespertinas.
Incluso en pleno verano, puede haber días fríos y lluviosos, con temperaturas máximas de alrededor de 20 grados.
Sin embargo, también puede haber periodos muy calurosos, en los que la temperatura alcanza o supera los 35 °C.

El otoño, que se extiende de septiembre a noviembre, inicialmente agradable en la primera quincena de septiembre, pronto se vuelve gris y cada vez más frío, con lluvias bastante frecuentes.

Llanuras y colinas

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La mayor parte de la República Checa se encuentra en una zona de colinas, a altitudes entre 200 y 500 metros, y tiene un clima bastante homogéneo.

Praga

En la capital, Praga, la altitud varía entre 180 y 400 metros. En el aeropuerto, la temperatura media oscila entre -1 °C en enero y 18,5 °C en julio y agosto.
En Praga, caen 500 mm de lluvia o nieve al año. Dada la baja cantidad de precipitaciones invernales, las nevadas son frecuentes pero generalmente no abundantes.
Durante el verano, en cambio, las lluvias se producen en forma de tormenta vespertina durante los días despejados, o son provocadas por las perturbaciones del Atlántico, que pueden pasar incluso en este período.
En Praga, el sol rara vez se ve de noviembre a febrero, mientras que en verano el sol puede ser ocultado, así como por las perturbaciones del Atlántico, por la nubosidad del atardecer, que, como hemos dicho, puede provocar tormentas.
De media, hay 1.740 horas de sol al año, un poco más que en Londres y París.

Montañas

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En el norte, en la zona montañosa de los Sudetes, en la frontera con Polonia, el clima se enfría con la altitud, especialmente en verano. A 800 metros en verano está fresco, y en general la temperatura durante el día es de alrededor de 18 grados.

Sniezka

El pico más alto en el país es el Monte Sněžka, con 1.603 metros de altura. Aquí la temperatura media oscila entre -6 °C en enero y 10 °C en julio y agosto.
Las precipitaciones ascienden a casi 1.100 mm al año.

Cuándo ir

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La mejor época para visitar la República Checa va de mediados de mayo a mediados de septiembre, siendo la más calurosa, o al menos la más templada, del año. Las temperaturas pueden estar frescas en mayo y septiembre, y algunas veces en junio, mientras que normalmente son más altas en el verano (julio-agosto).

Qué llevar en la maleta

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En invierno: ropa abrigada, suéter, chaqueta, gorro, guantes, bufanda.
En verano: ropa ligera, camisetas de manga corta, pero también pantalones largos, chaqueta y sudadera para la noche o los días frescos; chubasquero o paraguas.

Datos climáticos - República Checa

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Ver también las temperaturas mes a mes